Andrea Delgado: Si anhelamos un país diferente este es el momento de empezar a crearlo

La motivación de Andrea Delgado no tiene comparación. Es proactiva, entusiasta y con un profundo compromiso social.

Su tiempo lo divide entre sus estudios en Administración de Empresas y “Universo emprendedor”, un proyecto que le deja grandes satisfacciones porque contribuye al emprendimiento social.

Universo emprendedor es una escuela de cocina y artes para niños y jóvenes con discapacidad intelectual que Andrea combina con otra de sus pasiones: la cocina. Andrea es chef y ha encontrado en la cultura culinaria una forma de educar a los chicos que están deseosos de aprender cosas nuevas a través de este emprendimiento que fundó hace un par de años.

“En nuestro país hay una práctica muy común de quejarse mucho y hacer poco y se concede mayor importancia a las cosas negativas sobre las que no tenemos control y no actuamos para cambiar lo que está mal, convirtiéndonos simplemente en espectadores de la realidad, nos enfocamos en lo malo y dejamos de lado todo lo positivo que el país tiene como su gente y calidad de trabajo, dinamismo, alegría y el coraje para enfrentar los retos diarios”, expresó Andrea.

Domina el idioma inglés, el de señas y está en un nivel intermedio del francés; ella será una de las coautoras del libro “El país que viene: Horizonte común.”

¿Cuál es tu opinión sobre los libros que realiza la iniciativa El país que viene?

El país que viene es una iniciativa que da voz para poder expresar los retos de la juventud actual y paralelo los aportes que podemos realizar para transformar la realidad del país, quejarse en redes sociales no cuenta y todos tenemos el potencial para construir El Salvador que queremos para las nuevas generaciones.

¿Sobre qué escribes en el libro “El país que viene: Horizonte común”?

En mi artículo escribo sobre emprendimiento, me enfoco en emprendimiento social y como  a través de estos podemos transformar vidas y la realidad del país convirtiéndonos en agentes de oportunidades. Destaco también el orgullo por lo que en nuestro país se produce, consumo local, actitud positiva, entre otros temas.

¿A qué te dedicas actualmente?

Soy Chef y Administradora de Empresas, actualmente lidero una escuela de cocina y artes para niños y jóvenes con discapacidad intelectual, se llama Universo Emprendedor. Esta iniciativa tiene la finalidad de desarrollar diversas habilidades de los chicos por medio de talleres y así en un futuro cercano poder insertarlos a la vida laboral mejorando su autoestima y calidad de vida.

¿Cuáles son tus planes a futuro? ¿A dónde te ves en diez años?

En 10 años me veo desarrollando otras habilidades con las que puedo contribuir desde mi espacio y de forma significativa al crecimiento del país.

¿Cuáles son los problemas o retos actuales para nuestro país que identificas como los más importantes?

Desde el área en la que actualmente me desempeño,  inclusión educativa y laboral para las personas con discapacidad, ellos son parte del día a día de nuestro país y hay que sensibilizarnos y educarnos un poco más sobre todos estos temas.

Otros retos son la educación, oportunidades laborales acordes a la preparación de cada individuo, Responsabilidad Social Empresarial.

¿Qué cambiarias sobre nuestro país si estuviera en tus manos?

Educación, sin duda. Educación de todo tipo, económica, ambiental, vial, reproductiva, por supuesto académica, actualización de los programas de estudio.

Algo más, la percepción que tenemos de nuestro país, debemos sentirnos orgullosos de ser salvadoreños, enfocarnos en lo positivo que tenemos y tratar de multiplicarlo.

¿Cómo fue tu infancia? ¿Qué recuerdas de tu niñez?

He tenido una vida bendecida. Nací en una familia muy amorosa que me ha inculcado muchos valores a los que me aferro fuertemente, me han consentido mucho y al mismo tiempo jalado las orejas para que pueda ser quien ahora soy.

La sazón de mi abuelita, Doña Natividad Quintanilla, su buen gusto es de grata recordación por todos los que le conocieron y creo que de ella heredé mi pasión por las artes culinarias.

¿Qué mensaje le enviarías a la juventud salvadoreña?

Debemos ser responsables en nuestro actuar. El País exige cada vez más que los jóvenes seamos pensadores y actores de la realidad nacional, no podemos ser indiferentes al escenario  que esta frente a nosotros. Tenemos el potencial, la fuerza, esperanza y alegría para transformar El Salvador.