La dominicana Judith Cury ha sabido conjugar su labor como empresaria con su vocación de servicio por las mujeres de su país; en una entrevista con el director de la Iniciativa El País que Viene, Diego Echegoyen Rivera, la coautora del libro La región que viene: miradas sobre Centroamérica, aseguró que a través de su artículo quiere inspirar a otros para motivar un liderazgo activo en la región.
“Soy una servidora a la que Dios le ha permitido contribuir con las mujeres del país y de Latinoamérica; realmente ayudándolas a que se levanten y eliminar las barreras que le impiden su crecimiento”, explicó.
Afirma que la solidaridad, la cooperación, el amor y la honestidad son los valores que la definen como persona. “Algo importante que me ha servido es tener disciplina por encima de la pasión, esa es una de las claves del éxito”, destacó.
La coautora cree que las mujeres tienen la capacidad de multiplicar la riqueza y con ello, mejorar las condiciones de vida de su entorno. “Me motivé a abrazar la causa de la mujer por el efecto multiplicador que tienen”, asegura.
Lidera la Fundación Prosperanza, por medio de la cual acompaña el desarrollo profesional y productivo de las mujeres de su país y en su artículo para el libro, retoma su experiencia al frente de la iniciativa para inspirar a otras personas para que en la región se consolide un modelo de liderazgo activo, de influencia positiva y que construya caminos y puentes para el desarrollo.
Al ser consultada por los retos que enfrenta la juventud en la actualidad, Cury señaló que a pesar de los avances de la sociedad aún existen grandes desafíos. “La juventud tiene que ser cada día más empática, fortalecer las habilidades blandas y cómo abrazar las causas sociales, ser menos individualista y pensar más en un colectivo. Ser ente de transformación e involucrarse en el cambio”, afirmó.
A su vez, hizo un llamado a los líderes de la región Centroamericana para que trabajen en la reducción de las brechas que existen entre las capacidades de las personas y la demanda del mercado laboral. “Es importante que los jóvenes entiendan que deben prepararse, estudiar y formarse”.
“Mi mensaje principal para la juventud y para las mujeres de Latinoamérica es que crean en Dios sobre todas las cosas. Que crean en ellos mismos, que se visualicen, que tengan aspiraciones y que tengan la capacidad de accionar para hacer que las cosas sucedan”, concluyó la coautora.