La edición del libro El país que viene: Horizonte común, ha dejado en evidencia el talento de muchos jóvenes salvadoreños. Hemos descubierto diversidad de pensamientos y que en el Oriente del país hay un semillero de jóvenes productivos con ideas innovadoras, con una alta responsabilidad social en todos los sentidos.
A ese nuevo semillero pertenece Mario Hernández Villatoro, un joven de 25 años de edad, abogado, Colaborador Judicial y Secretario Interino en el Juzgado de Paz de Conchagua, La Unión.
¿Por qué decidiste aplicar como coautor de El país que viene?
Porque leí muchos artículos de los libros anteriores de una generación comprometida y jóvenes en el exterior, los cuales me agradaron sus historias, su desarrollo personal y profesional, su esperanza y sus deseos siempre de superarse. Son historias inspiradoras de jóvenes que me gustaría compartir e intercambiar experiencias. Yo quise ser un joven que también inspire a otros y realice mis propias propuestas para desarrollar el país a mediano y largo plazo.
¿Sobre qué escribes en el libro “El país que viene: Horizonte común”?
Sobre los temas que yo considero primordiales para lograr el desarrollo integral de nuestra nación, y a los que las autoridades deberían enfocarse y apostarle a la educación y economía, como elementos interconectados, a fin de promover el emprendedurismo, el estudio, la investigación y cualquier iniciativa que implique el beneficio para el país.
¿Qué piensas de la actitud de la juventud?
Pienso que jóvenes debemos ir a la vanguardia con los nuevos métodos para tener éxito en la toma de decisiones que afectarán a la sociedad. Las mentes jóvenes tenemos que atraer ideas novedosas, de nada sirve replicar pensamientos obsoletos y que se comprobó que no han funcionado.
Te refieres a ser más activos…
Es que los jóvenes estamos obligados a ser protagonistas en las principales actividades que se realizan en el país, debemos de jugar un papel activo en nuestra área de desempeño, tenemos que dar el ejemplo de democracia, diálogo y entendimiento que permita llegar a acuerdos.
Coincido contigo y veo mucha capacidad en los jóvenes
Siempre he creído que los jóvenes tenemos la capacidad de cambiar positivamente nuestro país, solo falta utilizar nuestra energía para actividades productivas, poner el máximo empeño en todo lo que hagamos, ser proactivos, hacer un esfuerzo extra, ir un paso adelante, generar nuevas soluciones, crear novedosos proyectos y forjar nuestro propósito de vida en desarrollar este país, por nosotros, por nuestra historia, por nuestras próximas generaciones.
¿Eres abogado verdad?
Sí, soy abogado, trabajo en el Órgano Judicial desde hace cuatro años; además soy columnista de un periódico digital donde abordo temas legales y políticos; estoy en un club de ayuda social cuyo eje principal es la educación y servicios médicos.
¿Dónde te vez en un corto plazo?
En el corto plazo estudiaré una Maestría, y además tengo dos proyectos en la actualidad. Uno es crear empresas de prestación de servicios en el rubro de la tecnología y de inmobiliaria, dos crear mi propia firma de Abogados especializada en derecho civil, mercantil, bancario y derecho internacional privado.
¿A tu juicio cuáles son los problemas más grandes que tiene el país?
La carencia de la educación en la temprana edad enfocada en los deseos de superación y habilidades para afrontar los retos cotidianos de la vida. La exclusión ha provocado la incorporación de personas a grupos delincuenciales que están causando daño al país. La corrupción es un problema fundamental que impide el desarrollo de ciertas áreas de la sociedad. Por lo que, mejorar la calidad educativa y abstenerse de ejercer prácticas corruptas es el gran reto que tienen los funcionarios próximos.
¿Qué cambiarias sobre nuestro país si estuviera en tus manos?
Le aumento el presupuesto en el área de educación, creo carreras universitarias especializadas y fomento el turismo académico, para generar la atracción creciente de demanda de turistas a nuestro país y que este se convierta en referente universitario
¿Cómo fue tu infancia?
Mi diversión ha sido siempre jugar fútbol. Estuve en varios equipos de fútbol y siempre me agradaba entrenar. También tuve mis momentos de rebeldía, escapadas y situaciones que provocaron disgustos a mis padres.
Mis padres me han dado las oportunidades necesarias para ser un profesional y contribuir para generar cambios en el país, y su comportamiento hacia mi persona siempre fue ejemplar.
¿Qué mensaje le enviarías a la juventud salvadoreña?
Nunca dejen de luchar por sus sueños. No importa el trabajo que tengas o tu ocupación, tienen que luchar diariamente para ser los mejores en su sector. Piensa, sueña, atrévete y divirértete. El fracaso no te sobrecogerá nunca, si tu determinación por alcanzar el éxito es suficientemente poderosa.