A los 20 años, Pedro Moisés Durán Castellanos tiene una visión clara del futuro de El Salvador y ha entendido que el diálogo y la participación son fundamentales para sacar adelante el país. Moisés sueña con un país donde la educación sea prioridad y los jóvenes se involucren en los diferentes sectores sociales.
Estudiante de Mercadeo, Activista social y político no partidario, Moisés forma parte de la tercera edición del libro El País que Viene.
“Para mí El País que Viene es algo muy importante escucharlo y siempre me imagino un El Salvador productivo y cómo seré parte de este país. Me motiva en participar y dejar una pequeña huella dentro de este gran país, además este proyecto me hizo reflexionar y me pregunto que estoy haciendo por mi país y que es lo que voy a entregar como joven. Entonces siempre he identificado que cambiando las cosas que hacen daño al país y creando una sinergia entre los sectores sociales podemos hacer un cambio significativo”, reflexionó Moisés
Nacido en San Salvador, este joven ve en el diálogo una llave que abre enormes puertas de posibilidades para comprender a otras personas y escuchar a quienes tienen pensamientos e ideologías diferentes.
Solo así, dice, las personas serán capaces de entender el porqué del actuar y pensar de alguien diferente a nosotros. “El diálogo nos permite desarrollar acuerdos, el dialogo es la base donde los acuerdos se convierten en la acción que tanto esperamos, por ello el proceso de dialogo debe de ser fuerte, sostenible y sincero, el futuro de El Salvador, este país que viene debe de ser interpretada y debe de avanzar con corazón abierto, mente abierta y voluntad abierta, esta es la política humanitaria que debemos de vivir diariamente, practicar nuestro principio común, y este es el de ser humanos , ser salvadoreños parte de este gran país”, señaló.
¿Qué te motivó a estudiar Mercadeo?
Actualmente estoy en transición de cambiarme a la carrera de Economía Internacional, pero escogí Mercadeo porque las primeras materias que yo quería tener eran materias comunes de la carrera de economía, sin embargo, me urgía más de aprender sobre mercadeo.
¿Cómo cree usted que podría mejorar la situación del país?
Creo que a lo mejor una sola persona no puede generar un gran impacto, pero desde cosas pequeñas se puede comenzar y sumar a las transformaciones. En la actualidad trabajo con muchos jóvenes y justamente este viernes tengo un foro con el Instituto Republicano Internacional y se trata sobre participación juvenil en el proceso electoral. No se tocará ningún tema partidista, pero estoy tratando de movilizar jóvenes de todo El Salvador, sin embargo, me dicen que la mayoría de jóvenes no vendrán porque son apáticos a la política.
¿Cómo fue tu niñez?
Yo siempre fui alguien independiente desde pequeño. Al principio hubo muchos retos, creo que eran normales a mi edad y en la madurez, porque yo me gradué solo. Siempre fui ese joven que se ganaba los primeros lugares, era el presidente del salón o el responsable de todo el nivel de bachillerato. Cada vez que tenía reconocimiento o me iban a otorgar algo, mis padres tenían que estar ahí o mi familia pero nunca existió una figura familiar dentro de cada celebración.
¿Qué le gustaría cambiar del país, si lo pudiera hacer?
Me gustaría cambiar el sistema educativo y le apostaría a la educación especializada, ya que es un fruto que no lo veré ahora pero dentro de unos años de verá el resultado. Dentro de la estructura del país sueño con un San Salvador con sus edificios, con una armonía en su escritura, en su gente, me gustaría tener una estructura verde y una estructura sostenible.
¿Cuál sería el llamado que les harías a los jóvenes?
Les diría a los jóvenes que se activen, que participen en distintas actividades como medio ambiente, en el sector privado y en otras organizaciones. Desde tener un punto crítico de lo que está sucediendo y no dejarse llevar por las grandes masas que son hipnotizadas muchas veces por cualquier proyecto político, sino que hacer critico de su alrededor y creo que el conocimiento es muy importantes para los jóvenes porque así no los controlan y juegan son sus sueños.