Yesenia González es una joven de 32 años que reside en Estados Unidos y a través de su vivencia quiere aportar a un cambio sustancial en el país. Le gustaría ver un El Salvador donde exista una sinergia entre jóvenes y políticos experimentados, para así darle una dirección más justa e igualitaria a la sociedad salvadoreña, dice.
Anhela un país donde existan mejores empleos, mejor salud y una mejor educación. Actualmente es la Jefe de Operaciones para KremeWorks, LLC y ella será una de las co autoras del libro “El país que viene: Horizonte común” en su tercera edición.
¿Qué le motivó a participar en el tercer libro de El país que viene?
Me motivó ver las historias de otros jóvenes de los libros anteriores, ver cuantas historias motivadoras a nuestro país y me dio mucha gana de querer compartir también mi historia, mis experiencias, el trabajo realizado por generaciones anteriores, para empoderar a otras “Yesenias” a tomar en sus manos y corazones el cambio positivo del país.
¿Cómo es la experiencia de trabajar para KremeWorks?
Bueno… Tengo a mi cargo alrededor de 25 empleados directamente y otro grupo no directos. Prácticamente veo desde la parte operacional, desde contratación de empleados, hasta estados financieros, ayudo en el entrenamiento de personal, etc. Toda esta habilidad técnica aprendida, desarrollada, mejorada durante los años en la compañía me ayuda mucho no sólo a tratar a los empleados, sino como solventar las diversas problemáticas que se pueden dar con los empleados, además de ponerlo en práctica con la familia, amigos y la comunidad.
¿Desde cuándo está fuera del país?
Desde hace 11 años. Desde que llegue a este país comencé a trabajar para KrenmeWorks e inicie como una empelada más, es decir mis inicios fueron como cajera, pero por mis habilidades los jefes me apoyaron y me fueron ascendiendo de posición hasta llegar al puesto en que estoy.
¿Qué la llevó a emigrar a otro país?
La violencia del país. Lastimosamente yo fui una testigo de un asesinato y llegó en un momento que no podía salir de mi casa, tenía que salir acompañada, era perseguida por bandas delincuenciales y a la vez estaba siendo presionada por la familia del fallecido para que fuera a declarar, en fin, no vivía en paz.
¿Cómo cree que podría mejorar la situación del país?
Creo que en el tema de seguridad se tiene que dar medidas más drásticas y el alto nivel de desempleo tendría que mejorar mucho, eso se puede hacer aprovechando el material humano joven que tiene el país, siendo mejor canalizada, mejor utilizada y darle los espacios para que ellos sean los agentes que estén ejecutando proyectos, los que estén liderando nuestro país. Son jóvenes que tienen una cosmovisión diferente de país, que pueda combinarse con la ideas de otras personas que ya están en el espectro público y creo que los líderes actuales tienen que cambiar su forma de trabajo e incluir más a los jóvenes. Creo que debemos seguir desafiando a los líderes en la construcción de un país con ciudadanos más preparados. Se necesitan ciudadanos formados para decidir y actuar en beneficio de El Salvador.
¿Cuál es su anhelo más grande?
Me gustaría ver políticas públicas más abiertas, más inclusivas y que realmente se vea que estén dando cambios positivos para la población más afectada y más pobre del país.
A través de mi trabajo en la Red de Jóvenes salvadoreños en el exterior, REJUES, trabajamos escuchando a los jóvenes líderes de origen salvadoreño quienes hemos creado un espacio para discutir y dar a conocer nuestras propuestas. Cada año desarrollamos una cumbre, por ejemplo, a inicios de 2018, realizaremos el cuarto encuentro en la Ciudad de Las Vegas y esperamos analizar detenidamente los grandes retos que tenemos en estos momentos, como el TPS.
¿Cómo fue su niñez?
Fui criada en una familia muy diversa. Mi padre no estuvo conmigo, pero mi mamá fue un gran ejemplo para mí, ella y mi familia me llenaron de mucho amor. Mi mamá fue un gran ejemplo en cuanto al involucramiento en los problemas de nuestro país, fue una líder en diversos proyectos sociales y para mi ella fue mi referente sobre como uno debe tomar los problemas y convertirlos en su responsabilidad.
¿Qué le gustaría cambiar del país, si lo pudiera hacer?
Una de las cosas que me gustaría cambiar es el sistema de salud, ya que es muy precario y le hace falta acceso, cubertura, inversión, etc. También me gustaría aportar mi experiencia como joven salvadoreña en el exterior para apostar por la comunidad en el exterior como una gran fuente de aportes para transformar el país.