Saúl Hernández: “Hace falta un liderazgo consecuente con los tiempos actuales”

Todos los domingos a las 7:30 p.m. por canal 33 se transmite el programa FOCOS, una revista de análisis y opinión que aborda temas de coyuntura nacional e internacional. Saúl Hernández es uno de sus conductores. Este politólogo de profesión, máster en Gestión Pública, a sus 28 años acumula experiencia en los medios de comunicación de El Salvador.

Su trayectoria le ha valido para ser uno de los coautores de la tercera edición del libro El País Que Viene.

¿Qué le motivó a participar en la tercera edición del País Que Viene?

Me parece que la iniciativa recoge algo que el país necesita en este momento, y es recoger testimonios de jóvenes que están haciendo cosas que inciden en la transformación de El Salvador. Enfrentamos tiempos difíciles, caracterizados por el descrédito de la política, los efectos de la crisis económica, sus impactos en la protección social y el medio ambiente.

En esta situación de zozobra es bueno decirle al país que hay jóvenes que creen que esto no es una condena al futuro, y que con sus pequeñas acciones pueden transformar esta sociedad.

¿Por qué decidió estudiar Ciencia Política? 

Bueno… estudiar Ciencia Política ha sido una buena experiencia. Desde que terminé el colegio mi interés fue vincularme a las ciencias sociales, desde entonces ya me interesaba mucho por los grandes temas del país, entender cómo se toman las decisiones y cómo esas decisiones afectan a la gente.

Me interesaba mucho en comprender el vínculo entre la política y la economía. Mi formación en el máster me dio la oportunidad de entender que si no profundizas en la economía no entenderás de la política.

Ahora tengo la oportunidad de aplicarlo desde lo que hago profesionalmente. Mi trabajo es cuestionar a los políticos por qué toman algunas decisiones.

¿Alguna vez ha tenido la intención de participar en política partidaria?

Yo creo que cada quien puede aportar al país desde su ámbito y en mi caso lo hago desde las comunicaciones. Tenemos un proyecto llamado FOCOS con mi socio, Alberto Arene que iniciamos en febrero de este año. A 9 meses de transmisión se ha convertido en un proyecto muy grande como para distraerme en otra cosa.

FOCOS busca profundizar sobre los grandes temas, por lo que es un trabajo que requiere de mucho análisis e investigación. Nuestra apuesta en este proyecto es darle a la gente explicaciones didácticas y a profundidad sobre lo que está ocurriendo en el país y en la región. Nos interesa acercar temas complejos a los ciudadanos a través de entrevistas, análisis de datos y reportajes.

¿Cómo considera usted que podría mejorar la situación del país? 

Creo que en El Salvador necesitamos un relevo en los tomadores e influenciadores de decisión, en todos los ámbitos (político, empresarial, social e incluso comunicacional). El país ha cumplido un ciclo, como todo en la historia, pero en el caso de El Salvador se han alcanzado 25 años, es decir un cuarto de siglo desde el cese del conflicto armado y es tiempo que un nuevo liderazgo pueda asumir la continuidad de los acuerdos que se establecieron en 1992, para establecer una agenda mucho más ambiciosa para el desarrollo del país.

Considero que hace falta un liderazgo consecuente con los tiempos actuales, de hecho liderazgo hay, el tema es que responden a discusiones que ya debieron haber sido superadas en El Salvador. En la medida que no podamos llegar a acuerdos mínimos sobre temas de avanzada como sucede en Costa Rica, donde saben cuánto hay que invertir en educación, donde tienen conciencia sobre el respeto y garantías a los derechos humanos, donde tienen un valor por la democracia y sus instituciones, sino logramos en este país ese mínimo de consensos será muy difícil atender a los grandes desafíos durante los próximos años.

¿Cuáles son sus anhelos o sueños Saúl?

Definitivamente están vinculados con que el país pueda mejorar. Mi familia, mis amigos, y proyecciones personales están en El Salvador. Mi anhelo es poder ver dentro de los próximos 15 a 20 años un país distinto.

¿Cómo fue su niñez?

Crecí en Santa Tecla, mi niñez fue muy agradable, jugaba con mis primos, amigos de la colonia, de la escuela, los partidos de fútbol del pasaje, películas los fines de semana. Sin duda una época muy feliz.

¿Qué le gustaría cambiar si lo pudiera hacer?

Cambiaría la comodidad de la gente, siento que necesitamos enfadarnos un poco más, lo que quiero decir con esto es que la capacidad de indignación debería de expresarse en acciones concretas. La situación del país lo exige.