Charlin Zuniga es un joven de 30 años, originario de Candelaria de la Frontera y pertenece a la Comisión Política del partido FMLN donde dice encontrar grandes ejemplos de lucha, como Medardo Gonzáles, Nidia Díaz, Ramiro. Entre otros. No es para menos, este joven lleva en sus hombros la responsabilidad de ser el Secretario Nacional de la Juventud de su partido.
Comprometido totalmente con la juventud, Charlín piensa que los jóvenes deben organizarse para cobrar fuerza y hacerse escuchar. No importa desde qué sector lo hagan, lo importante es estar organizado, recalcó este joven salvadoreño que nació y creció bajo los ideales del FMLN.
Por hoy invita a la juventud a involucrarse activamente en la política y asegura que en el partido hay espacios donde reconocen el liderazgo juvenil.
De adolescente practicó deportes extremos, baila y una de las cosas que lo hacen feliz es escuchar las ideas de otros jóvenes que como él buscan que este país tenga un horizonte común
¿Charlin tiene algún significado?
Nunca lo he buscado, le he preguntado a mi papá pero tampoco sabe (ríe). No me he tomado el tiempo de buscar el significado.
Tiene 30 años y ya forma parte de la Comisión Política del FMLN. Hábleme de eso
Sí, soy convencionista nacional y desde ahí soy parte de esa dirección y pertenezco al Consejo Nacional que es otro organismo y parte de la Comisión Política que es como el secretariado ejecutivo mientras no sesiona la Convención Nacional. Somos cuatro jóvenes dentro de la Comisión Política y es importante como nuestro partido tiene representación de juventud en diferentes espacios de dirección partidaria y cargos de funcionarios.
¿El FMLN ha abierto más espacio para la juventud en los últimos años o es un trabajo que ya se venía haciendo?
Desde que se fundó como partido político ha estado esa participación de la juventud; siempre hemos tenido participación de jóvenes en diferentes espacios y cada vez es mayor. Ahora llevamos alrededor de 17 diputados y diputadas jóvenes y unos 50 candidatos a alcaldes y alcaldesas. Incluso hasta llevamos a la candidata a alcaldesa más joven que tiene 21 años en Sesori (San Miguel).
¿Qué significa para usted que estas nuevas generaciones se empoderen y tengan papeles más activos en la política?
Es como un llamado importante a la juventud que no solo nos quedemos en la crítica ni mucho menos generar controversia en las redes sociales; si en verdad queremos un cambio debemos organizarnos porque es una base fundamental para transformar una sociedad y que no nos quedemos a la expectativa sino que seamos esos sujetos jóvenes protagonistas de cambio, jóvenes que también aportamos a lo económico, social, cultural y a las transformaciones de nuestro país.
Como jóvenes tenemos una atomización mediática y sicológica de que los políticos son corruptos, que la política es sucia; para mí como representante de la Juventud del FMLN la política es un instrumento que te permite trabajar para las mayorías, que te permite buscar una educación gratuita de calidad, una salud gratuita y de calidad y toda una vida digna. Entonces es el instrumento para la realización de todas esas acciones que nosotros tenemos dentro de nuestro proyecto de izquierda.
¿Qué parte del conflicto armado le tocó vivir?
En 1989 yo tenía como dos años. Mi papá siempre ha sido una persona de izquierda y que le ha gustado leer la literatura, vinculado al proceso del conflicto armado. Lo recuerdo después de finalizada la guerra y en algunas marchas que son las que guardo en mi memoria: yo en el hombro de mi papá y ver todavía los helicópteros volando y entrar a San Salvador –porque soy de Candelaria de la Frontera- y recuerdo cuando entraba y la imagen de la Torre Cuscatlán con hoyos y todo eso. También recuerdo las marchas que se daban en ese momento que mi papá participaba y yo en el hombro de él y a veces caminando junto a mí hermana…tengo esos recuerdos y esas imágenes que recuerdo muy clara de esas marchas que compartí con mi papá.
Entonces nació en el seno de una familia vinculada al partido de izquierda
Con mucho orgullo lo digo, son dos personas que tienen muchos principios y valores revolucionarios que a lo largo de todo el tiempo nos han venido inculcando. Nosotros como dirigentes del FMLN no venimos de una esfera de poder; sino que venimos de una familia de pueblo y que sabe de la realidad que se vive para salir adelante. Mi mamá llegó a 3° grado, mi papá a 6° grado y lo comento porque son cosas que muchas veces pueden servir de barrera para los jóvenes y no es ninguna barrera sino que son cosas que te forman un nivel de conciencia y el porqué de la lucha.
¿En qué momento decidió seguir los pasos de su papá?
Desde el momento en que veo su lucha por transformar un país y construir un buen vivir para la población salvadoreña; considero que ese debe ser nuestro horizonte en común, hacer un país con justicia social y las condiciones dignas que el pueblo salvadoreño necesita.
Lo primero es el trasladado de principios y valores, luego hubo un momento en que te das cuenta de la realidad y que tal vez otros no la perciben porque viven el momento pero también pasamos a tener otro criterio y ser un joven que analiza más la situación porque tenemos otro nivel de conciencia y conoces de las realidades por cuales están luchando por transformar la sociedad salvadoreña. Vi muchos niños que necesitan cosas básicas de sobrevivencia; entonces se ven los niveles de injusticias que se comenten con el pueblo y entonces te metés, te vinculas y el FMLN no es un partido que trabaja para los intereses de un pequeño grupo sino que –para mí- es recordar una cantidad de alzamientos de lucha e insurrecciones como del 32 y toda esa represión y acumulación de injusticias te lleva a pensar que esto tiene que cambiar. Recordar todo esto es ver a una generación de jóvenes en aquél momento que ofrendaron su juventud…todo ese caminar de nuestra historia te hace generar un nivel de conciencia grande.
A ver, toda su niñez y juventud la vivió inmerso en actividades partidarias ¿qué hacía para divertirse?
(Ríe) Las personas piensan que por ser de izquierda o revolucionario uno es aburrido y no es así. También bailo (risas). No soy cuadrado; soy un joven que me divierto, que practiqué fútbol, el deporte extremo también lo practiqué, basquetbol, hice muchas cosas pero sabía del compromiso que estaba adquiriendo de que este país tenía que cambiar y la única manera es organizar desde los diferentes espacios en los que estas, porque desde ahí comenzamos a transformar una sociedad.
Yo siempre hago un llamado a los jóvenes a que se organicen porque si tenemos propuestas pero no nos organizamos la idea puede quedar divagando; es ahí donde surge la necesidad de ir vinculando juventudes y tomar en cuenta que también en el área rural hay jóvenes que se organizan en cooperativas y desde ahí se va construyendo poco a poco.
¿Cómo fue su proceso de formación?
Mi proceso inicia con mi participación en escuelas de formación política en el municipio de Candelaria de la Frontera, luego procesos de formación para dirigentes de base y un proceso a nivel nacional.
¿Cómo fueron sus primeras reuniones en la dirección del partido, su relación con personajes históricos como Nidia Díaz?
Uno llega con cierto nivel de miedo pero no hacia ellos sino porque sabés de la responsabilidad que tenés con las estructuras y con el país. Uno llega preguntándose qué pasará pero luego te das cuenta que son compañeros dinámicos, creativos, que han sido rebeldes como nosotros en la juventud y nunca están cerrados a las ideas. Hemos hecho una gran cantidad de propuestas desde la Juventud hasta las más locas como el Festival de la Avenida Revolución donde se aglutinó el Ska, Regue, Hip-hop, Jazz para decirle a la juventud que estamos con ellos. Ahí te das cuenta que ellos asumen la realidad de la juventud hoy en día.
Por otro lado tenés un aprendizaje de la mano de ellos buenísimo, que sabés que ellos han vivido experiencia electoral y un conflicto armado que fue duro y que toda esa combinación te das cuenta que son compañeros muy comprometidos con cambiar el país. Schafik (Hándal) decía en una frase que hay que crear un país donde vale la pena vivir, Salvador (Sánchez) lo define como el Buen Vivir.
Uno se da cuenta que está compartiendo en esa mesa, aprendiendo y estas siendo escuchado y que ves mucha capacidad, compromiso y conciencia pero también hay una crítica que yo siempre la toco; para mí un relevo generacional no es sacar una generación y meter una nueva, para mí el relevo generacional es el acompañamiento de dos generaciones que permite acumular fuerza, experiencia y garantía de lo que nosotros luchamos.
Para mí es un honor compartir con Nidia Díaz, Medardo González, Ramiro, Norma Guevara y muchos más que estuvieron en el conflicto armado. Gerson que fue estudiante organizado y rebelde que organizó masas; esa combinación de “los viejos” con cariño y esta juventud te ayuda a moldear y acumular más fuerza territorial.
¿De qué hablará en su artículo?
Lo enfoqué en juventud, política y organización. Juventud porque muchas veces la juventud se siente atacada y siempre busca experimentar algo. Toda esa energía que tiene el partido busca canalizarla de forma positiva en el término de transformación pero tampoco cortarles las alas. Me baso en cómo debe ser la juventud.
Luego en política que es algo que los jóvenes suelen atacar pero cómo nosotros estamos haciendo política; si de verdad nos estamos sumando o solo estamos haciendo crítica y generando expectativa sin construir nada y mucho menos organizándonos. Mi mensaje es que no le tengamos miedo a la política, que participemos de una y otra forma.
Y la organización que es la base fundamental de lo que queremos construir; son las tres partes en que me baso en el artículo para que sea una juventud rebelde, dinámica y que se involucre desde los espacios en lo que está.
¿Qué lo hace feliz?
Ayudar a los demás, compartir con los demás, escucharlos y lo que más feliz me hace es tener ese contacto directo con la población y juventud. Todos están exigiendo participación, reconocimiento o luchando por temas que son de carácter nacional, eso es bonito, compartir con ellos.
¿Si en sus manos tuviera el poder de cambiar algo en el país, qué cambiaría?
El Fiscal y los Magistrados de la Sala de lo Constitucional porque creo que le ha hecho daño a nuestro país, estoy hablando de quienes los dirigen.
¿Cómo se visualiza Charlin dentro de cinco años?
Ser funcionario público es lo que menos quiero. Quiero seguir apoyando orgánicamente al partido. Llevo siete años en temas de juventud y seguir aportando al partido desde las estructuras porque siento que consolidamos más fuerza desde ahí; tampoco cierro la posibilidad de ser personaje público pero por el momento me veo más como organizador