Anabel Belloso: es urgente llegar acuerdos que permitan marcar la ruta de un horizonte común

Licenciada en Administración de Empresas, diputada suplente por el FMLN; Yolanda Anabel Belloso es una joven de 30 años de edad y que dejará plasmada su visión de país en el libro “El país que viene: Horizonte común”

Ella es una mujer comprometida con el desarrollo y transformación de la juventud salvadoreña. Sus principios inculcados por su familia la llevaron a pelear por las injusticias sociales desde una trinchera política partidaria y desde ahí piensa incidir en los cambios que requiere El Salvador.                          

¿Qué le motivó a participar en la tercera edición del País que Viene?

Considero que El País Que Viene es una plataforma que permite expresarnos como juventud y poder sentar posición sobre diferentes temas de país y creo que es necesario aprovechar estos espacios que se nos brinda a los jóvenes.

¿Por qué decidió estudiar Administración de Empresas?

La administración es algo que permite trabajar en diferentes áreas. Además, considero que la administración permite a los profesionales en esa rama a poner en práctica los conocimientos tanto en la empresa pública como privada.

A través de la Administración de Empresa ¿cómo puede incidir en la sociedad?

En primer lugar, tal vez aunque no sea una carrera humanística o social, en lo personal siento que me ha ayudado a asesorar a las pequeñas y micro-empresas a tener una idea más asertiva de lo que es administrar un negocio propio y con ello contribuir en el desarrollo económico del país.

Es diputada suplente por el partido FMLN ¿Cómo fue esa experiencia?

Sí, fui electa como diputada para el periodo 2015-2018, y por la experiencia se me asignó que le diera seguimiento a la Comisión de Reformas Electorales y Puntos Constitucionales y esa es a la Comisión que me he dedicado, porque siempre me mantuve, como el caso de los diputados suplentes que no tenemos una plaza, ni un salario fijo asignado en la Asamblea, opté por seguir trabajando en el Tribunal Supremo Electoral, donde he trabajado por más de ocho años.

¿Cuál es su futuro en la política?

Actualmente soy candidata a diputada propietaria por el departamento de San Salvador. En esta ocasión nos sometemos elecciones internas como lo establece la Ley de Partidos Políticos y que como partido las desarrollamos el pasado 25 de junio a nivel nacional de forma simultánea en los 262 municipios del país y salgo electa dentro de las 24 propuestas que se presentarán al electorado el próximo 4 de marzo para ocupar un espacio desde la Asamblea Legislativa, pero hoy como diputada propietaria.

¿Cómo considera que podría cambiar la situación del país?

Yo creo que hay temas definitivamente que son prioritarios, que son a los que se les da prioridad desde el Gobierno Central y que por ello incluso se ha intentado llegar a grandes acuerdos. Por eso el tema de este libro justamente va enfocado en ello, porque es urgente llegar acuerdos que permitan marcar la ruta de un horizonte común, el cual yo no tengo duda que todos los salvadoreños lo que esperamos es un mejor país, tener un mejor El Salvador en el futuro, a mediano y largo plazo donde todos y todas tengamos acceso a los servicios básicos, tengamos un empleo digno y en la misma medida contribuyamos al desarrollo del país.

¿Cuál es su anhelo o sueño más grande?

Bueno quizá es parte de esto. De ese El Salvador que todos y todas nos merecemos, por el que trabajamos día a día, un país en paz que logre mantener esa paz que costó, pero que fue necesario para transformar la realidad de aquel momento, que permitió poner fin a una dictadura militar y abrió el paso, sobre todo, a esa firma de los acuerdos de paz.

Trabajar por tener un desarrollo económico fructífero y que se sienta a nivel de toda la población, además que no siga concentrada la riqueza en pocas manos.

¿Cómo fue su niñez Anabel?

Tengo dos hermanas soy la segunda, y afortunadamente tuve una niñez junto a mi familia, estudié en colegios católicos. Pues, bueno fue una niñez que la verdad no me podría quejar porque fui una niña feliz, gracias al esfuerzo y trabajo de mis padres; a quienes también agradezco porque a pesar de que nunca nos faltó nada, siempre tuvieron la sabiduría de inculcarnos el amor por el prójimo, esa capacidad de sentir y señalar las injusticias que se hacen al pueblo salvadoreño, y sobretodo estar bien ubicadas en nuestra realidad.

¿Qué le gustaría cambiar del país si lo pudiera hacer?      

Creo que sería el tema fiscal en general, es decir que haya una reforma integral a nuestra política tributaria, además de combatir directamente la evasión y elusión, que a pesar de los esfuerzos realizados siguen siendo cifras significativas que niegan el acceso a las grandes mayorías a tener otros beneficios. En el artículo lo menciono la importancia de un pacto fiscal que permita estabilizar las finanzas públicas, pero que también le de sostenibilidad a largo plazo.

¿Cuál es el llamado que les haría a los jóvenes?

Bueno en primer lugar creo, que asumamos como juventud un compromiso que hoy la historia nos pone en el sentido que siendo mayoría podemos ser los protagonistas de la transformación de nuestro país. Que reconozcamos en el Gobierno Central a un aliado estratégico de la juventud que está apostándole al desarrollo de la población joven con miras al futuro, en el sentido de que vamos a contribuir en las transformaciones y en la construcción de un país mejor, en paz y con justicia social.