Al otro lado del Continente se encuentran varios salvadoreños cumpliendo sus sueños y esforzándose por salir adelante; uno de ellos es Jaime García Oriani, un joven salvadoreño de 29 años de edad que reside en Milán, Italia, desde hace 3 meses, para estudiar un máster en comunicación corporativa.
Jaime es licenciado en periodismo y ha trabajado en radio, televisión y prensa escrita, le gustaría ver un país más productivo y con mejores oportunidades para los jóvenes para que no se vean forzados a emigrar y buscar sus sueños en otros países.
Conoció de la iniciativa El país que viene por amigos que han participado en ediciones anteriores. Opina que las ediciones han causado un gran impacto positivo en la sociedad y ahora contribuirá con su artículo a motivar a otros jóvenes a salir adelante.
“El tema del libro Horizonte Común me gustó mucho porque es algo que tenemos que lograr en El Salvador”, dijo.
¿Por qué estudiaste periodismo?
Bueno… desde pequeño tuve la oportunidad de estar en contacto con los medios de comunicación. Mi papá trabajaba en radio Femenina, de hecho tenía un programa en la radio. Yo a veces lo acompañaba y conducíamos juntos el programa. Así fue como me fueron gustando los medios de comunicación.
Luego tuve la oportunidad de trabajar en el Diario de Hoy, en un campo periodístico diferente. Pasé por tres etapas. La primera fue en el extranjero como corresponsal en Vaticano y tuve la suerte de vivir la renuncia del Papa Benedicto XVI y la elección del Papa Francisco.
Cundo regresé a El Salvador en el 2015, estuve trabajando más en los temas de entretenimiento, en revistas y suplementos. Unos meses después comencé a trabajar con la dirección editorial como director de la “Mesa Central”. Coordinaba la elaboración de contenido para las distintas plataformas de Altamirano Media (El Diario de Hoy, MÁS!, elsalvador.com, eldiariodehoy.com y mas.sv)
Cubriste las elecciones presidenciales en Estados Unidos en 2016, ¿cómo fue esa experiencia?
En 2016, la embajada de Estados Unidos en El Salvador convocó a postularse para ir a cubrir las elecciones como parte de un programa de Departamento de Estado. No sé cuántos periodistas participaron y ni quiénes, pero por parte del Diario de Hoy me dijeron que participara y fui seleccionado.
Fue una experiencia única por lo que significan las elecciones de los Estados Unidos. Además, había más de 50 periodistas de todo el mundo que estuvimos conviviendo en el mismo techo; eso te ayuda a conocer más de otras culturas, enriquecer la misma cobertura periodística y a ver cosas que nunca había visto. También te permite tener la facilidad de desarrollar una carrera periodística fuera.
¿Cómo crees que podrías mejorar la situación del país?
Yo creo mucho en el poder de la ciudadanía, porque si nosotros estamos vigilantes, si somos exigentes con los políticos, habremos hecho bastante, pero a veces el desentendimiento que hay de la gente es porque no se interesa por las cosas públicas, porque “siempre y cuando no me toque a mí, no es mi problema”. Eso permite que haya corrupción, permite que lleguen al poder los menos adecuados. El poder ciudadano puede hacer mucho la diferencia y esto no solo por tener bajo control las instituciones públicas, sino también hacer algo más noble: cuidar de los demás salvadoreños, ser más solidarios, que busquemos involucrar a los demás, por ejemplo, en la participación de la política pública o en la prevención de la violencia.
¿Cuál es tu anhelo o mayor sueño?
Mi mayor sueño es tener un país donde la gente tenga más oportunidades para realizarse. Quizá no sea tan personal, sino más bien aspiracional a nivel de país, en el que si yo quiero hacer esto o lo otro en El Salvador, lo pueda lograr sin tener que irme a al extranjero para hacerlo realidad. Me duele ver que hay tanto talento fuera del país, porque en nuestro país no han podido ser lo que sueñan, porque no hay oportunidades o porque están amenazados por la violencia.
¿Cómo fue tu niñez?
Fue bastante normal, fui un niño que crecí en una familia unida. Agradezco a mis papás que siempre tuve esa figura de una familia unida, no solamente del núcleo familiar en sí, sino también de tener contacto con otros familiares, con primos, tíos y abuelos. Esa unidad creo que en El Salvador la deberíamos tener, de cuidarnos mutuamente y luchar por la conservación de una familia unida.
¿Tienes un hobby?
Tuve un hobby el cual es tocar la guitarra, además me gusta mucho la lectura y ahora que estoy en Milán tengo la oportunidad de leer mucho más porque aprovecho los desplazamientos del transporte público para ir leyendo.
¿Qué te gustaría cambiar del país, si lo pudieras hacer?
Me gustaría eliminar la corrupción. Me parece injusto que haya gente que se muere de hambre, que no tiene para los tres tiempos de comida o que no hay recursos para la salud, mientras hay gente corrupta que se aprovechan del dinero de todos los salvadoreños. Creo que si se eliminara la corrupción, lograríamos quitar mucho de los males. Tampoco excluyo el combate contra la violencia; si fuéramos un país pacífico y con oportunidades, la gente no tuviera que huir por miedo a que la maten.