Si hablamos de “La señora” pocos relacionarán a Oscar Velásquez; pero si hablamos de creatividad y diseño, Oscar tiene un sello muy original.
Alto, robusto, inteligente y con buen sentido de humor, este joven salvadoreño supo aprovechar las desventajas y convertirlas en oportunidades. Ahora, su visión y emprendimiento es sinónimo de ayuda para productos y diseñadores salvadoreños.
“El salvadoreño es creativo e ingenioso por naturaleza. Es sorprendente cómo de una limitante nace la creatividad de una persona; tenemos que derrumbar puertas”, expresó Oscar quien al no encontrar una oportunidad laboral “se aventó” a construir su propia empresa que ya tiene un nombre y apellido “La Señora” y “Hecho en casa”
¿Por qué “La señora”?
Mis amigos dicen que parezco una señora por mis actitudes (ríe) No te miento si te digo que en el carro siempre ando un peine para peinarme
Jajaja como una señora
Jajaja, sí
¿A qué te dedicas actualmente?
Soy Licenciado en diseño gráfico, copropietario de la tienda de diseño salvadoreño “Hecho en Casa”, propietario y director creativo del estudio de diseño de superficies “La Señora”. Soy catedrático en la Universidad Dr. José Matías Delgado impartiendo las cátedras de: Emprendedurismo, Branding y Diseño de portafolio. También trabajo como consultor externo en creación y desarrollo de marcas para diferentes empresas.
Has logrado mucho en tus 29 años
Soy un hombre apasionado por el diseño y por la enorme capacidad de transformar las vidas de las personas a través del mismo. Como bien dice Charles Eames, “El diseño depende en gran medida de las limitaciones…”, cada uno de mis proyectos nace a partir de limitantes personales o profesionales. Por ejemplo Hecho en Casa es un proyecto que se inició al identificar la necesidad de proyección y comercialización del diseño Hecho en El Salvador y como resultado se ha creado una economía creativa emergente.
La economía creativa o también llamada economía naranja genera millones de dólares a nivel mundial y en El Salvador se están dando los primeros pasos para poder crecer una economía centrada en la creatividad de las personas.
¿Con base a tu experiencia qué le podrías aconsejar a los jóvenes salvadoreños?
El mensaje principal seria que no tengan miedo a emprender. Estamos en un país donde te dicen que no todos los días, pero está en tu determinación, en tus acciones, en la pasión que le pones a tu trabajo, convertir ese NO en un SÍ. Creo en el cambio de mentes, es paulatino, lento pero seguro. Nacimos en el país correcto para emprender, donde se ha hecho poco y se puede hacer mucho
¿Por qué decidiste aplicar como coautor de El país que viene?
El País que viene es una plataforma que promueve la unión de ideas y los cambios de pensamiento. Mi motivación para participar en el libro es promover mi profesión, hablar de diseño y como a partir de la creatividad se puede modificar la forma en la que funciona un país, creando soluciones a problemáticas sociales dejando de lado las limitantes.
¿Sobre qué escribes en el libro “El país que viene: Horizonte común”?
El salvadoreño tiene un rasgo distintivo, “si no existe, se lo inventa”, crear es algo que viene en nuestra sangre, nacemos con limitaciones y solucionamos de forma natural. A esta acción lo llamo la “cultura de crear”. Escribo sobre economía creativa y de cómo el diseño va más allá de ser algo “bonito”, puede cambiar vidas, mover masas, modificar comportamientos y sobre todo cambiar mentes.
¿Cuáles son tus planes a futuro? ¿A dónde te ves en diez años?
Me veo en El Salvador, promoviendo el talento de nuestra gente, creando plataformas de formación y desarrollo creativo.
¿Cuáles son los problemas o retos actuales para nuestro país que identificas como los más importantes?
La educación es uno de los problemas que más afecta a nuestra sociedad, los jóvenes salvadoreños tenemos el reto de cambiar esta realidad. Como profesional del diseño veo un horizonte lleno de soluciones basadas en la creatividad para solventar este problema que afecta a las nuevas generaciones. Los diseñadores tenemos la gran misión de crear no sólo por crear sino de crear para transformar.
¿Qué cambiarias sobre nuestro país si estuviera en tus manos?
Me gustaría cambiar el orgullo que sentimos por nuestro país. Al crear una cultura de creación se estaría promoviendo la evolución de un país, se empodera el talento, las ideas y las propuestas innovadoras. Es un esfuerzo en conjunto, el apoyo a los productores locales, el cambio de mente con respecto a los patrones de consumo, el respeto a las ideas ajenas, el comercio justo y el orgullo por lo Hecho en El Salvador.