Josué Peña es un joven talentoso y brillante. Es publicista, fotógrafo y comunicador visual. Desde que era un adolescente se interesó por las artes gráficas.
Su “terquedad” lo ha llevado a varias partes del Continente, pero siempre ha vuelto a su país enfocado a crear algo transcendental, es fundador su propia agencia de publicidad “Cheese Adv” que ya genera empleos y sostiene relación con diferentes clientes de la región.
Pero este no es el único paso trascendental en la vida de Josué; un santaneco de 27 años, casado y un idealista de la unión centroamericana, que ahora dejará su testimonio en las páginas del libro El País que Viene en donde aborda el tema del emprendimiento.
¿Cómo empezó el interés por esas ramas?
Yo tenía como unos 14 años cuando vi a alguien que hacía ilustraciones digitales, me fascino ver lo que hacía y desee aprender lo que hacía. Él fue uno de mis primeros tutores, empecé a dibujar y hacer las ilustraciones y poco a poco fui desarrollando el talento de las artes gráficas.
Estudié Diseño Gráfico al mismo tiempo que trabajaba en una imprenta y así comenzó todo. Luego comencé a estudiar animación 3D y edición de videos y son dos cosas que se combinaron; luego estuve prestando mis servicios en Chile por dos años y luego regresé y estudié Publicidad y luego me aventure al mundo de la fotografía con maestros de la luz en el salvador y luego fui puliendo con cada viaje que realizaba la aprendí apasionadamente y tuve la oportunidad de estar haciendo pasantillas en el estudios más importante de Utah que publica sus fotos a nivel mundial. Ahí obtuve conocimiento de los mejores maestros
¿Cómo nació la idea de emprender tu propia empresa?
Tuve varios intentos, tuve objeciones para crearla, ambiente que no era favorable y nunca podía montarla; hasta que al principio del año pasado hice una biografía de uno de los publicistas más grandes del país y al escuchar su historia dije: Yo puedo hacerlo. Escuchando su historia me motivó a crear la agencia.
¿Cuál crees que es la clave para tener tu propio negocio sin haber llegado a los 30 años?
Primero es ser terco con lo que nos gusta; si algo que nos apasiona lo más importante es tener la determinación de actuar y ver los resultados. La vida es una aventura cada quien es autor y perfeccionador de su historia, yo quiero escribir historia en los bolsillos de la económica centroamericana,
¿Cómo fueron los inicios de tu empresa?
El inicio era yo: diseño, publicidad y todas las cosas; ahora ya tenemos distribuido el trabajo con un programador, ilustrador, ejecutivo de cuentas, y entonces entre todos hacemos un buen equipo. Las cuentas que manejamos son empresas nacionales y a veces a empresas en el exterior como Guatemala, Estados Unidos y Honduras.
¿Siempre te viste trabajando en tu propio negocio o para una empresa?
En ambas, quería trabajar para aprender pero siempre consideré que quería ser el dueño de mi propio tiempo y mis propios recursos. Trabaje con buenas empresas y tuve buenas experiencias como en Grupo Roble, IMC, que me ayudaron en mi crecimiento. Es importante tener tiempo en ambas áreas como empleado entender cómo funciona la empresa, donde sufre, donde se quejan, como empresario satisfacer la demanda y ejecutar planes que beneficien, decidir basado en la experiencia y no en la teoría.
¿La situación de país es difícil para los jóvenes, pero usted cree que es posible que los jóvenes hagan sus propios sueños?
Es difícil pero es muy gratificante cuando se logra, las condiciones nunca serán optimas pero un mar calmado nunca hace experto a un marinero; entonces considero que es la oportunidad de estar acá en El Salvador porque el clima no es el mejor pero cuando el éxito se divisa es gratificante. Como salvadoreños no nos damos cuenta el privilegio que tenemos al vivir en un país como este, con limitado espacio territorial, con vecinos grandes en territorio y una posición geográfica privilegiada, nuestra mentalidad como salvadoreños tiene impregnada el instinto de supervivencia, de emprendurismo, de resistencia y de sueños grandes, como dijo el poeta Rubén Darío, “cuando la patria es pequeña, uno grande la sueña”
¿En el futuro cómo ve a su empresa?
Yo lo veo como una gran agencia de publicidad, sólida, fuerte, con clientes en el extranjero, generando empleo, trabajando en diferentes idiomas. Mi visión con Cheese ADV es llevarla lejos; Hemos hecho proyectos grandes que han salido en televisión, radio, prensa, vallas, maquilamos talento creativo a diferentes países y creamos marcas para competir con el mercado asiático creo en la posición privilegiada que tenemos y sé que conocemos mejor el terreno, los gustos y las preferencias de las personas, elementos claves en el posicionamiento de marcas, como es posible que el gigante asiático ajeno a nuestras costumbres, ideologías, gustos y preferencias sepa cubrir dichas necesidades y competir con empresas que no conoce desde la otra parte del mundo con horario , idioma y conocimiento muy ajeno al nuestro, el futuro de Cheese Adv lo visualizó como una empresa que mediante a talento creativo y la investigación es capaz de vender en creces cualquier producto.
¿Entiendo que tus negocios tienen éxito pero alguna vez pensaste irte del país?
Lo pensé en varias ocasiones al estar en países como Chile, Colombia, México, Brasil, EEUU, pero no puede darme el lujo de vivir tan lejos de la familia. Cuando se está lejos uno aprende a valorar lo que no siempre le pareció tan común, una de las principales ventajas fue ver desde la ventana como estos países funcionan y tratar de tomar lo mejor para aplicarlo en la República que me tocó vivir, para hacerla prospera y grande. Siempre he querido estar al frente para enfrentar a los críticos y decir con tono amable a sus rostros que si se puede tener éxito en nuestro país.
¿Te percibes como una persona exitosa?
Bueno, yo creo que el éxito es día a día. Hay días en que alcanzo el éxito y otros donde debo descender para tomar combustible, alistar mi nave y pilotear hasta esa altura del azul y el infinito se ven muy pequeñitos.
¿Cómo tomaste la noticia de que serías co autor del libro?
Es una gran oportunidad influenciar positivamente a otros jóvenes que necesitan escuchar por alguien que pasó o está pasando por lo mismo y este proyecto es una médula ósea para la nueva generación.
¿Cuál es el mensaje que transmitirás en el libro?
Uno de ellos es que hay que emprender, el mejor momento para iniciar algo es ahora y no dentro de diez años; porque así como vemos el clima de negocios uno debe estar en el centro de acción. Ahora que me casé cualquiera pensaría que no es el momento más idóneo pero lo hice y en la luna de miel me han llamado para contratos y uno dice: bueno, hay que tener el valor de tirarse al mar y empezar a nadar.
Uno puede encontrar tesoros en ese recorrido y me siento una persona valiente porque si quiero tener éxito no le tengo que tener miedo al fracaso.
¿Crees que es importante este tipo de iniciativas como El País que Viene para motivar a los jóvenes?
Sí, necesitamos más iniciativas como esta. Yo me estímulo al leer historias de éxito, al escuchar a un empresario que cuando empezó tenía solo una bicicleta y hoy es Industrias Diana, entonces sí se puede, El País que Viene es un combustible duradero y que afortunadamente hay personas que creen en la juventud.
¿Siendo tu una persona de éxito en la parte laboral, haz pensado en incursionar en la política?
Me gusta la política, estudiarla, escucharla, verla en tiempo real, es como sentir el pulso del país, hay personas que piensan que la política simplemente se vive desde un partido, pero no, se vive día a día con nuestras opiniones, nunca me había visto dentro de la política pero últimamente leí un libro que me cambió la percepción; porque la política sirve para llevar a cabo obras, progreso, cambios positivos en la sociedad. Veo la política como un motor de acción; no lo descarto.
¿Qué mensaje les darías a los jóvenes?
Hay una frase que me encanta y dice que “no tardes en atar tu montura y cabalgar en la aventura y lo imposible de lograr; un fracaso y otro quizás tengas pero en tus sueños no te detengas; insiste, resiste y vuelve a intentar y algún día volarás tan alto que hasta el azul y el infinito te parecerá muy chiquitito”. Creo que es una gran bendición ser salvadoreños porque venimos de un país que aparentemente somos irreconocibles porque nos diferencian por un plato típico o movimiento criminal; pero lo que me gusta de El Salvador es que la gente es lo mágico acá, no he encontrado gente más cálida, amigable y trabajadora a pesar de la situación.
¿Cuál es tu meta a corto plazo?
Quiero ser generador de empleos. Tenemos tanto talento y tenemos colegas y compañeros y me gustaría darles empleo y por eso trato de conseguir cuentas en el extranjero. Quiero hacer crecer las empresas que confían en nosotros y con ese crecimiento convertirnos en una agencia creciente, no la más grande porque al final tendrá un límite, sino una que no pare de crecer.