Raquel Orellana: “La educación debe ser vista como una estrategia de prevención de violencia”

Es una emprendedora social, comprometida hasta los huesos con las causas que ayuden a otros, no solo hace acciones sino que las vive, disfruta su trabajo y ama ayudar a otros. Así es Raquel Orellana, una de las coautoras del libro El País que Viene: Horizonte común.

Es una joven Psicóloga llena de energía y con Dios en su corazón. Es una de las cofundadoras de una organización que ayuda a otros llamada “Merced para crecer”.

Mi interés por aplicar surgió al conocer un poco más sobre el proyecto. Considero que la iniciativa “El país que viene” brinda la oportunidad de comunicar y dar a conocer, cómo muchos jóvenes, alrededor del país, contribuimos a la construcción de Paz en El Salvador, desde nuestras propias trincheras.

¿Qué es Merced para crecer?

Estoy en Merced para crecer desde mayo 2013 hasta la fecha. El objetivo principal del Centro es la prevención de violencia y construcción de paz en niñez y juventud, a través de la educación. El impacto y éxito del Centro van en crecimiento continuo. Este logro incluye la gestión administrativa del Centro y equipo de voluntarios; establecimiento de alianzas interinstitucionales, obtención de fondos por proyectos formulados, presentados a Entidades Internacionales, que han permitido implementar nuevos programas dentro de Merced para Crecer.

Veo que la parte social es lo tuyo

Es que desde pequeña mi familia fomentó en mí el interés por el bienestar social y el ser sensible a las necesidades de las personas que me rodean, especialmente de los más desfavorecidos. Entendí que es responsabilidad de todos, sin excepción, velar por el acceso a una vida digna y por la defensa de los derechos humanos propios y ajenos. Luego, ya en la universidad, a medida que mi orientación vocacional fue tomando forma, encontré en las diversas ramas de la psicología social y comunitaria, maneras concretas de contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas.

¿Imagino que escribirás sobre el área social en tu artículo?

En primera instancia abordaré cómo la educación de forma integral es una estrategia para la construcción de una Cultura de Paz. Así mismo, comparto mi percepción sobre cómo la juventud actualmente está construyendo paz de tres maneras concretas: el voluntariado, la incidencia política y el emprendimiento social.

Me gusta ese enfoque de combatir la violencia con educación

¡Sí! La educación debe ser vista como una estrategia de prevención de violencia, sobre todo en niñez y juventud. Dentro de Merced para Crecer, procuro crear programas educativos que promuevan el desarrollo integral de la persona, que abarquen el aprendizaje de competencias técnicas y al mismo tiempo, se adquieran habilidades para la vida (autoestima y autogestión, empoderamiento, valores universales, cultura de paz, entre otros). Para alcanzar estos objetivos me he valido del apoyo de muchos aliados, voluntarios y organizaciones, ya que soy consciente que el trabajo en conjunto genera un mayor impacto.

¿Cuáles son tus planes a futuro? ¿A dónde te ves en diez años?

Me veo trabajando siempre en proyectos educativos para niñez y juventud en riesgo social, pero a mayor escala, generando un impacto y alcance a nivel de país.

¿Cuáles son los problemas o retos actuales para nuestro país que identificas como los más importantes?

Uno de los retos más grandes, a mi parecer, es el romper con la naturalización de las dinámicas de violencia en sus diferentes formas. Desde la violencia que se manifiesta sutilmente en lo cotidiano dentro de los hogares y la escuela, hasta la perpetrada por instancias del Estado. Dentro de ésta última está la corrupción, el cual es un gran problema en nuestro país, que a la larga genera una privación del goce de satisfacción de necesidades de la población, debido a la falta de fondos, que son derrochados ilícitamente por quienes, irónicamente, tienen la responsabilidad de velar por el bienestar civil.

¿Qué cambiarias sobre nuestro país si estuviera en tus manos?

Priorizaría en la mejora de la calidad educativa y enfatizaría en la importancia de la educación en la primera infancia como la base de un desarrollo integral. Promovería que dentro de las aulas se educara en Paz, lo cual implica que los estilos de crianza en las familias y las prácticas docentes transmitan no sólo los conocimientos sobre cómo construir la Paz, sino que sea un eje transversal y vivencial dentro de las relaciones interpersonales. Por otro lado,  reforzaría las leyes anti corrupción que garantizaran transparencia.

¿Qué mensaje le enviarías a la juventud salvadoreña?

En nuestras manos está el presente y el futuro de El Salvador, somos capaces de generar un cambio significativamente positivo desde donde nos encontremos; no bastan las buenas ideas u opiniones, es necesario convertirlas en acciones para contribuir a la transformación social.