Alexander Arias, un joven con propósito

De  adolescente fue un introvertido. Le tenía pánico pararse frente a una audiencia y hablar en público; sin embargo, encontrarse con buenas personas le formó el carácter y el temple necesario para convertirse ahora en un líder de jóvenes motivado a ayudar a los chicos que están en la misma situación que él en su temprana edad.

Atrás quedó el niño que hablaba poco y ahora está a cargo de un proyecto llamado “Tu Espacio Joven” que impulsa desde el Instituto Municipal de la Juventud de la Alcaldía de San Salvador, en donde labora.

Con 25 años es Gestor Integral, Electricista, Diseñador de Sitios Web, Programador visual, estudia Ingeniería Industrial, es emprendedor y tiene a su cargo la posibilidad de incidir y cambiar la vida de otros jóvenes capitalinos.

“Creo que es necesario modificar el hábito de negativo a positivo para que el joven tome mejores decisiones que le ayuden a tener una vida más plena. Como sociedad tenemos un gran reto para mejorar la perspectiva de los jóvenes” detalló Alexander.

…Y antes tenía malos hábitos en su carácter

Se puede decir que tenía que sumar a mi carácter nuevos hábitos positivos para tomar decisiones que me ayudaran a superarme y efectivamente así fue, me propuse a formar el hábito de la lectura, ahorro, ejercicio,  ser decisivo, responsable ,  excelente ciudadano,   tuve que aprender a confiar en mí  y sobre todo a ser feliz con lo que emprendo.

¿Qué buenas decisiones tomó después de tener buenos hábitos?

Decidí seguir estudiando, proponerme metas como tener un trabajo donde cumpliera mi propósito y pudiese influir en las personas de manera macro donde se cambien vidas juveniles que están en situaciones difíciles así como las tuve en un pasado. Incluir buenos hábitos ayuda a las personas a tener más seguridad y forjar una identidad que les llevara a cambiar su entorno, a influir en los demás.

¿De adolescente fue rebelde?

No, fui introvertido. Tenía miedo de hablar frente a un grupo de personas, era muy serio pero siempre me gustaba organizar y aportar algo positivo. Cuando me tocaba exponer en el colegio no podía, tenía mucha pena, pero de tantas exposiciones para presentar las tareas fui superando todos esos miedos.

¿Y tenía esos problemas por qué?

Creo que me afectó ser parte de una familia disfuncional, por la falta de un padre en los primeros años de vida aunque después mi padre fue responsable…mi mamá no pasaba mucho tiempo en casa por la responsabilidad de llevar alimento al hogar, estaba mi abuela, pero la familia es una de las bases para tener en el futuro una vida integral. Mas adelante mejore grandemente.

Mis compañeros me veían serio y por eso me elegían para la directiva del grado, presidente del grado y me tocaba organizar las fiestas de cumpleaños de todos y al final me gustaba, era divertido y dinámico. Así fui socializando.

¿En qué momento se dio ese cambió?

Fue un proceso…ya en bachillerato fue diferente, el ejemplo de algunos maestros ayudaron a forjar mi carácter, la iglesia me ayudó mucho porque me ayudaba a superar cosas como hablar en público y liderar grupos.

Y ahora usted está ayudando a otros que también son personas introvertidas

Sí. Y me siento muy motivado por aportar un poco a cambiar la perspectiva de vida de estos jóvenes.

¿Cómo lo hace?

Diseñé el proyecto “Tu Espacio Joven” el cual está compuesto por un equipo de 28 colaboradores en las profesiones, Trabajo Social, Educación, Psicología de las Universidades Pedagógica, Luterana y Nacional. Este proyecto contempla la conformación de colectivos juveniles en el Distrito 2 y 4 del municipio de San Salvador, luego de varias coordinaciones se creará “Tu Espacio Integral  Juvenil” (TEIJ) de cada uno de los Distritos coordinará.

Cada pareja facilitadora tiene la responsabilidad de impartir con los grupos juveniles 32 jornadas con un tiempo de  2 horas y media una vez a la semana, en donde imparten diferentes charlas sobre habilidades para vida, creación de hábitos en el carácter del joven para que tomen mejores decisiones, organización, liderazgo juvenil y emprendimiento juvenil. Se pretende beneficiar a 260 jóvenes 20 por colectivo e indirectamente con todas las actividades plasmadas en el plan de trabajo de cada colectivo a más de 6,000 personas de los centros poblacionales seleccionados.

Esta iniciativa pretende también mediante 5 escuela de liderazgo  con otras instituciones,  sumar lideres concientizados, reales y verdaderos que en 10 o 20 años ayuden a cambiar la realidad del país no con palabras si no con hechos.

¿Usted tuvo esta idea?

A comienzos del año 2017 el Instituto Municipal de la Juventud de la Alcaldía de San Salvador realizó cambios, yo sería el nuevo coordinador de juventud del Distrito 2 y 4. En ese momento me surgieron muchas ideas ya que tendría que coordinar dos distritos con territorios y poblaciones diferentes. Platicando durante un evento con un compañero de trabajo sobre la nueva organización juvenil en los dos distritos, recordé que hay jóvenes comprometidos en las Universidades que desean dejar su legado para un mejor El Salvador, presente el programa a los jóvenes de las universidades y ellos aceptaron de inmediato.

Los resultados ya son palpables, los jóvenes están sumando buenos hábitos y están empoderados ya tenemos 15 colectivos juveniles con su identidad y plan de trabajo que están ejecutando en sus comunidades.

¿En qué le ayudó la iglesia?

En la Iglesia ADS se encuentra un movimiento juvenil llamado el Club de Conquistadores, aprendí diferentes habilidades como, hablar en público, dirigir grupos juveniles, elaborar un proyecto y ejecutarlo, cantar, implementar caminatas, campamentos, convivios, dirigir actividades de servicio comunitario. Ese tipo de actividades ayudo a ser lo que soy hoy en día, un joven que le gusta trabajar y ser eficiente, eficaz en cada actividad propuesta, creo que no hay dificultad que no pueda resolverse.

Luego de eso iba a hacer mis horas sociales en la alcaldía de Ilopango pero ese mismo día que empecé me asaltaron, me quitaron las cosas, me querían matar en un pasaje pero gracias a Dios iba pasando un inspector de la PNC y los chicos salieron corriendo. Ya después de eso no podía llegar a Ilopango y decidí trasladarme a la alcaldía de San Salvador, pase 5 meses haciendo mis horas sociales en el Departamento de Control de Calidad.

Luego me dieron la oportunidad de hacer una pasantía en el Instituto Municipal de la Juventud (IMJ), donde desarrollé diversas actividades, apliqué a una plaza y debido al trabajo que había realizado durante la pasantía confiaron en mi y me dieron la oportunidad laboral.

¿De qué se tratará su artículo en el libro El país que viene: Horizonte común?

El articulo tiene como título dos preguntas la primera es ¿Cuál es tu propósito? todos los que habitamos en El Salvador tenemos la oportunidad de la vida, un tiempo donde podemos mejorar el entorno para otros, el tener un propósito definido nos da ganas de levantarnos todos los días y trabajar con entusiasmo, de dar más del mínimo.

La segunda pregunta es ¿Cuál es tu legado? Muchos en El Salvador han muerto y morirán sin dejar un legado positivo a las generaciones y ninguno los recordará,  dejar tu legado es transferir a los demás una capacidad, habilidad, destreza y que él o ella lo transfiera a muchos, que hermoso será encontrar a muchos jóvenes cuando tengamos 60 o 70 años de edad lleguen y lo abrasen a uno y le diga gracias porque tu consejo, amistad, aprendizaje, facilitación, ejemplo… es por eso que invito en mi artículo a comprometernos y obligarnos a dejar un recuerdo bueno en la mente de  las nuevas generaciones. Creo que El Salvador necesita gente que apueste por una mejor sociedad, que no solo se usen las palabras, si no que se actúe.