Jaime Sandoval es de la nueva generación de políticos que busca hacer la diferencia en la Asamblea Legislativa proponiendo cambios estructurales que beneficien a los salvadoreños al momento de legislar. En la actualidad Sandoval es diputado propietario por el FMLN representando al departamento de Sonsonate.
Junto a la diputada del FMLN, Cristina Cornejo, es uno de los legisladores más jóvenes con 32 años de edad. Desde esa trinchera busca transformaciones del país participando en las comisiones de Obras Públicas Transporte y Vivienda, Juventud y Deporte, Trabajo y Prevención Social y al interior de su partido es Secretario de la Juventud.
¿Qué le motivó a participar en la tercera edición del País que Viene?
Algo importante es dar a conocer a todos los jóvenes, especialmente a quienes va dirigido el enfoque de este libro y de cómo se puede incidir en nuestro país, con un mismo objetivo de transformarlo, hacer cambios que necesita toda la sociedad. Además, mostrarles a los jóvenes que en este país se puede salir adelante, transformarlo y hacer esos cambios que necesita toda la sociedad.
¿Por qué decidió estudiar Ciencias Jurídicas?
Bueno… La carrera en Ciencia Jurídicas está vinculada a contribuir mucho en la población, en la resolución de problemas sociales; es decir, un Abogado no solo defenderá a la persona que esté involucrada en el cometimiento de algún delito, sino que también, a defender a la sociedad de muchas injusticias que se pueden dar o vulneración de Derecho.
Por ejemplo en materia laboral, que a un empleado no le estén pagado el salario mínimo, que no le estén dando vacaciones, en ese sentido uno puede incidir a proteger o ayudar a resolver problemas de la sociedad.
¿Cómo incursionó en la política?
De hecho como abogado me llevó a ser parte del FMLN. Estoy trabajando desde el 2009 con jóvenes y una vez me formalice profesionalmente llegué a ser el representante legal de nuestro partido en el departamento de Sonsonate. En 2015 se me dio la oportunidad de participar en la planilla del FMLN para elecciones a diputado, por mi perfil y como cuota joven.
Este ha sido mi primera experiencia en la Asamblea Legislativa y en lo personal ha sido un logro importante. A mis compañeros les comento que soy parte de la historia de este país, ya que algunas personas han arriesgado su vida por estar en un curul dentro de la Asamblea y gracias a Dios a mí se me dio la oportunidad sin tener dificultades, además agradecer el apoyo que me brindó el partido y hasta el momento me lo sigue dando.
¿Qué considera usted que se debería hacer para mejorar la situación del país?
Una de las formas sería que los diferentes sectores nos involucremos, nos unamos, dialoguemos y formemos consenso. Aquí para sacar adelante a nuestro país sólo hay una forma que todos los salvadoreños y salvadoreñas nos unamos, tanto en el ámbito político, económico, social, artísticos, culturales y educativos. Además, todos somos parte del desarrollo de nuestro país y sí las fuerzas vivas de nuestro país se opacan no vamos a crecer.
Por otra parte, si un partido político bloquea un préstamo, la creación de una ley que daría espacio o beneficio a la población, estaría perjudicando no aun partido político en particular, sino a todos los salvadoreños. El termino correcto para sacar adelante a este país es que todos nos unamos con un mismo objetivo, todos viendo un mismo horizonte, un mismo fin.
¿Cuál es su anhelo a sueño más grande?
Uno de mis sueños es ver diferente nuestro país. Superar todos los problemas de delincuencia que tenemos, esa inseguridad que se nos da y que a pesar de todas las dificultades que ha tenido el Gobierno Central se han podido superar, sin embargo nuestro sueño es tener una sociedad libre de violencia, con un sistema educativo inclusivo, un sistema de salud donde todos los salvadoreños tengamos los espacios correctos, tener espacios de libre esparcimiento y convivencia donde podamos disfrutar de nuestro país y sentirnos orgullosos de ser salvadoreños.
¿Cómo fue su niñez?
Me crie en un municipio del departamento de Sonsonate, una zona rural. Mi niñez fue complicada porque de pequeño me tocó trabajar en la agricultura. Mis padres fueron unas personas visionarias, mi madre puso una tienda, luego compró ganado y fue como progresamos poco a poco para darnos lo necesario.
Estudie en una escuela pública de primero a noveno grado, no cursé un kinder o una preparatoria, realice mi bachillerato en un instituto público y gracias a Dios y al apoyo de mis padres logre culminar mis estudios universitarios.
¿Qué le gustaría cambiar del país, sí lo pudiera hacer?
Como joven y como funcionario tengo mucha expectativa de lo que quisiera cambiar como un sistema de vida diferente para todos los salvadoreños, es decir, que todos los trabajadores tengan un salario de acuerdo a las necesidades, que haya programas de vivienda, llevar los servicios básicos a las comunidades que lo necesitan, etc.
¿Cuál es el llamado que les hace a los jóvenes?
Bueno… El llamado sería que nos involucremos, que saquemos adelante nuestro país, que seamos los actores directos dentro de la sociedad, no sólo aquellos actores indirectos, que sólo bajamos la cabeza. Además, que seamos los jóvenes que vamos a transformar la sociedad mediante acciones positivas y donde podamos tomar nuestras propias decisiones. Un involucramiento total, que lo hagamos de corazón, el cual llegará a tener un efecto positivo en nuestro país, ya que somos ese 60% que puede hacer la diferencia en esta sociedad.