Rolando Ferrer: El futuro de El Salvador depende de la educación

Rolando Ferrer Reyes es un joven de San Salvador que ve con muchas expectativas el futuro del El Salvador, 但他认为,我们必须押更多的教育,,es,它是为国家的繁荣和实现其他水平的关键因素,,es,罗兰多·德,,es,他的作品作为区域经理沟通和公共关系公司的就业..,,es, el cual es un factor primordial para que el país prospere y alcance otros niveles.

Rolando de 27 años, trabaja como Gerente regional de comunicaciones y Relaciones Públicas de la empresa de empleabilidad, JOVEN360. Sueña con un país distinto, pero apunta que es necesario que el sector privado y educativo tengan un acercamiento de diálogo y trabajar por un mismo objetivo: un país productivo y educado. Además menciona que hace falta un cambio generacional pero acompañado de la experiencia, es decir, se necesita de la sinergia entre todos los sectores, para sacar al país adelante.

¿A qué se dedica atualmente?

Actualmente soy el Gerente regional de comunicaciones de JOVEN360, la plataforma líder en el tema de empleabilidad de jóvenes a nivel regional y soy profesor de la escuela de ciencias de la comunicación de la Universidad Dr. José Matías Delgado.

Cuéntenos sobre JOVEN360

JOVEN360 es una empresa social, que nació en El Salvador, buscando impactar en la empleabilidad de los jóvenes. Inicialmente fomentamos una cultura de pasantías en nuestro pais y hoy somos el referente de empleabilidad y desarrollo profesional de jóvenes de Centroamérica, Ecuador y Colombia.

¿Qué le motivó a participar en la tercera edición del País que Viene?

Bueno… principalmente, me motivó la oportunidad de hablarle y decirle a todos los jóvenes sombre lo importante que es, en primer lugar, que crean en ellos mismos y en sus talentos; sobre todo porque habitualmente se habla tanto de los jóvenes de El Salvador: que somos el futuro y que hay mucho que esperarse de nosotros, como futuras generaciones. Pero también sabemos que hay muchos retos en temas de juventud, sin embargo somos nosotros los grandes protagonistas de nuestro futuro, a nivel individual y país.

Es el momento de ir y compartir con los jóvenes cual es la visión, precisamente para que cada uno de ellos tome su rol protagónico, sabiendo qué es lo que quiere conseguir en su vida, qué es lo que quiere soñar para su vida y también para El Salvador. En el país se habla tanto de las cosas malas y las cosas que nos separan, pero muy pocas veces se habla de las cosas buenas que estamos haciendo los jóvenes y las coas que nos hacen hacer sinergia, con todos los sectores.

¿Cómo puede incidir los jóvenes en los cambios que el país necesita?

Principalmente volviéndose protagonista de lo que él quiere y sueña. Yo siempre he pensado, que la peor forma, en el que podemos dejarle el futuro de El Salvador, es dejársela en manos de alguien más y lo mismo con el futuro personal, lo peor que le puede pasar a un joven es dejarle a alguien más su desarrollo, futuro, su inserción laboral, él es protagonista de sus resultados.

Lo primero que el joven tiene que hacer es conocerse a sí mismo, saber qué es lo que quiere, luchar por lo que quiere, ir, conectarse, y así ver cómo otros jóvenes sueñan y comparten estos mismos sueños.

¿Por qué estudió comunicaciones?

Por pasión, me apasiona desde que tengo uso de razón. Siempre he tenido dos pasiones: las comunicaciones y la docencia; entonces siempre quise incidir en el país, sobretodo en la juventud, a través de la comunicación y a través de la docencia. Siempre me defino desde las dos cara, porque no podría escoger entre una u otra, para mí es un complemento.

Según su opinión ¿cómo podría mejorar la situación del país?

Fundamentalmente yo siempre he pensado, algo que quiero compartir, es el tema que creo que en El Salvador, la única respuesta a las circunstancias que vivimos es un cambio de actitud y mentalidad de todos, todos somos protagonistas. Es de dejar de ver sólo lo malo. Uno de los más grandes sueños que tengo de este país es cómo se puede integrar y hablar cada vez más el sector académico, con el sector empresarial. La brecha que existe entre estos dos sectores es inmensa, pero si cada uno de nosotros ponemos de nuestra parte, desde lo micro hasta lo macro, los cambios pueden suceder.

Siempre he creído que el futuro de El Salvador tiene que pasar por la educación, porque educación se convierte posteriormente en un tema de oportunidades, el cual no es una oportunidad de sacarla donde no existe, sino un tema de desarrollar cada vez más competencias y responder a los intereses de todos los sectores.

¿Cuál es su sueño o anhelo más grande?

Es un tema que pasa mucho con la educación, yo sueño que las universidades y el sector educativo de este país se vuelvan referente a nivel internacional, esto pasa por un tema de relevo generacional. Además que las instituciones académicas tienen que comenzar a trabajar y hacer las cosas distintas, hacerlas de calidad y con muchas más oportunidades para los jóvenes.

Además sueño mucho en que todos los jóvenes que estamos incidiendo en temas de la educación, podamos formar un colectivo, que represente los jóvenes en el sector educativo para impactar en las oportunidades, impactar en el sector privado, impactar en la economía y impactar en todo el país.

¿Cómo fue su niñez?

Crecí con mi padre y madre, ellos se divorciaron cuando tenía 11 años, soy hijo único. Tuve una niñez bastante feliz, sin mayores problemas; hasta el divorcio de mis padres. Estudié en un colegio que me enseñó a desarrollar todas mis habilidades, mis intereses. A pesar de la separación de mis padres, los dos creyeron mucho en lo que yo quería estudiar, en que era responsabilidad mía porque eran mis sueños.

Una de las cosas que recuerdo mucho y las platico con los jóvenes, es el momento de decidir cuando uno va a estudiar algo. Decidí estudiar la carrera de Comunicaciones cuando salí del colegio con incertidumbres, con dudas, pero al final buscando algo que quería siempre.

¿Qué le guastaría cambiar del país, si lo pudiera hacer?

Primero apostarle más a la educación, creo que eso es el factor número uno. Cuando hablo de apostarle a la educación, es un tema de apostarle a las instituciones educativas, apostarle a los líderes de las instituciones educativas, a los docentes. Siempre he pensado que el gran ausente en el impacto educativo que se ha tratado de hacer es el docente y si no se le apuesta al desarrollo de los docentes, está difícil que el sector educativo evolucione.

Por otro lado, entender cómo el impacto del sector educativo y el sector empresarial pueden comenzar tener una sinergia más evolutiva para el bien del país.