Violeta Martínez: Hay que ser insistentes para lograr los cambios que necesita el país.

Creativa e ingeniosa, así es Violeta Martínez, una joven salvadoreña que es ejemplo para su generación en cuanto al espíritu emprendedor; con mucho trabajo y esfuerzo se ha posicionado como un referente para las mujeres de su edad.

Si hablamos de Violeta debemos hacerlo también de VAIZA, una marca de bolsos y complementos exclusivos, con diseños creativos y originales y con mano de obra cien por ciento salvadoreña. Su experiencia en el emprendimiento y su visión de país quedará por escrito en las páginas del tercer libro de la iniciativa “El país que viene”.

Con tan sólo 29 años, Violeta ya es un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones, no obstante, comentó que es un camino difícil que recorrer, pero si se tiene las ganas y el ímpetu de realizar cualquier tipo de emprendimiento se puede lograr.

¿Qué le motivó a participar en la tercera edición de El país que viene?

Como joven siento que necesitamos voz, las nuevas generaciones y también otros jóvenes están pasando por la misma situación, recomiendo que puedan escuchar de las experiencias de otras personas, los retos, obstáculos que hemos tenido, pero también ese ímpetu que nos mueve nos hará salir adelante, porque sí, yo puedo emprender en mi negocio a pesar de todos los retos y desafíos que tiene el país significa que hay una esperanza para los jóvenes de El Salvador.

¿Cómo surge el emprendimiento?

Bueno, tengo una maraca que se llama VAIZA, soy diseñadora, entonces elaboro accesorios para mujeres, espero que en un futuro sean para hombres y hago arte. Empecé haciendo cuadros y exhibiéndolos en museos o galerías y luego de eso empecé a ganar premios y eran premios de diseños o por las piezas que hacía. Entonces vino la idea que el arte ya no solo tenía que estar colgado en una pared, sino que también debería estar en accesorios y dije que todas las personas en especial las mujeres pueden llevar arte inspirado en Latinoamérica.

VAIZA a es una marca que se siente orgullosa de ser latina y venera mucho a las mujeres latinas, entonces estamos orgullosas de nuestra raíces porque note que había mucho “malinchismo” especialmente cuando inicie la marca me dijeron que no le pusiera “Hecho en El Salvador”, porque me decían quién va a dar un cinco por un producto salvadoreños, sin embargo me arriesgué y la gente comenzó a aceptar el producto y no me quejo de ello.

¿Cómo ha logrado internacionalizar su marca?

Lo que me costó mucho es que las personas aceptaran la marca, y sobre todo no quería quitarle “Hecho en El Salvador” porque a mí me recomendaban quitarle al inicio ese eslogan. Me decían, ni siquiera menciones en donde las haces porque quien va a dar un cinco por algo hecho en El Salvador y a la vez me cuestioné sobre el porqué los latinos pensamos así.

Puse mis diseños en redes sociales, empecé a contar la historia que estaban hechos en El Salvador, que esto era lo que se lograba en el país y que los diseños eran bastantes coloridos y eso reflejaba un orgullo latino. Al colocarlos en Instagram y Facebook me permitió llegar a varias partes del mundo, además a través de estas plataformas logré concretar mi primer venta en el extranjero, las cuales fueron más de 200 carteras enviadas a las Islas vírgenes británicas.

También, participe en un premio mundial, el cual era “Premio Estudiante Emprendedor” y fui la primera mujer latina en ganarlo y eso me dio un plus para internacionalizar más la marca.

¿Por qué decidió estudiar diseño gráfico?

Porque desde pequeña fui estudiante de arte, iba a clases de pintura desde pequeña y siempre hubo una afinidad por el arte. Desde los 12 años ya sabía que era lo que quería.

¿Cuál ha sido el mayor logro que ha tenido de esta profesión?

Que por medio de esta profesión pude crear mi empresa, porque luego de estudiar diseño gráfico creo que sabía que quería iniciar una empresa, ya había tenido una experiencia de emprendimiento a los 16 años, y es como inicio mi caminar como empresaria.

¿Cuáles son sus proyecciones empresariales?

Para este 2018, estamos produciendo en México, y mi meta es poder abrir una tienda en el país azteca. Además nuestra proyección es aumentar a un 30% más los pedidos en línea.

¿Cómo cree usted que podría mejorar la situación del país?

Yo creo que sería empoderar a las mujeres; por ejemplo en VAIZA el 80% de las colaboradoras son mujeres, desde jóvenes que son estudiantes, madres solteras, mujeres de diferentes edades y creo que como empresa estamos haciendo un gran cambio que las mujeres crean en sí mismas.

Cuando escucho las historia de las personas que trabajan con nosotros, a veces me quedo impactada porque ni yo me la creo, es decir en vedad estamos impactando vidas, en verdad estoy haciendo mejor el ambiente de estas personas y ahora tiene más oportunidades.

Creo que la formación de alto valor es importante. En VAIZA hemos tenido pasantes, los cuales han aprendido mucho y dada su formación y experiencia que adquieren con nosotros les han hecho propuestas de trabajo a nivel internacional, ya que nosotros capacitamos súper bien a nuestros colaboradores.

¿Cuáles son sus anhelos o sueños más grandes?

Mi anhelo más grande es tener una marca global tan grande como las que ya se tienen a nivel mundial. Además, quiero como un sueño a largo plazo, que el latino se sienta orgulloso de donde viene, que deje de añorar tanto y copiar tanto las culturas de afuera.

¿Cómo fue su niñez Violeta?

Pues… yo digo que peculiar, ya que no viví con mis papás hasta que tenía 15 años, porque ellos estaban trabajando en su empresa y siempre me dejaron con mis abuelos, solo los fines de semana miraba a mis padres. Cuando tenía como 15 años ellos ya tenían bien posicionado su negocio, entonces fue que me mudé con ellos, sin embargo solo los miraba en la noche.

¿Cuál sería el mensaje que les daría a los jóvenes?

Yo les diría que no pierdan la esperanza porque si se puede hacer cosas grandes en El Salvador. Hay que ser insistentes para lograr los cambios que necesita el país.