Roxana Lazo, es una joven de 23 años procedente de una zona conflictiva en San Miguel, razones que la llevaron a “salirse de los esquemas” y estudiar relaciones internacionales, no solo para salir de ese ambiente conflicto, sino para entregarle los frutos de su conocimiento, no solo a su lugar de nacimiento, sino a las mujeres de todo el país.
Sus padres trabajan en un negocio familiar en el centro de San Miguel en donde ella colaboró desde que tiene 6 años de edad. Fueron sus papás los que le inculcaron buenos valores para poder tomar decisiones acertadas cuando inició su vida académica a los 16 años, en San Salvador.
Es una activista innata, que aconseja a las mujeres y a los jóvenes “a que se atrevan a incomodar”.
Entre sus logros destacan el ser parte de TRACODA, organización que investigó a 27 diputados, su incremento patrimonial y otros parámetros relacionados a la transparencia teniendo como base la contraloría social.
¿Qué significa para Ud. ser parte de El País que Viene?
Más allá de ser una presentación de nuestra historia, es el hecho de compartir con otros jóvenes que también han tenido el mismo esfuerzo. También es quitarse la venda de ser egoísta y exponerle a los demás jóvenes, y no solo a jóvenes sino a adultos para demostrarles que también a nosotros nos cuesta.
¿Cuál es la importancia de que jóvenes participen en procesos como en el que ud. participa?
Una de las cosas más importante es hacer cosas que los políticos no se esperan, ir e incomodarlos, ellos no están acostumbrados a que un joven, y menos que una mujer los entreviste.
¿Cómo romper la apatía que los jóvenes sienten por la política?
Es un rol que lo tenemos que construir día a día, en conversaciones cotidianas por ejemplo, a partir de ahí debemos de sumar, no solo jóvenes si no a todos en la política.
A partir de sus condiciones sociales y económicas pudo sobresalir académicamente, ¿Cómo incentivar a jóvenes en situaciones similares?
Creo que el factor económico es importante, pero siempre he tenido la idea que si se tiene una meta, costará más si no hay capacidades económicas, pero es algo que se tiene que asumir y decir: me va a costar más, pero no tengo que perder mi meta.
Particularmente cuando vine de San Miguel vine a Apopa, venía de una zona conflictiva a otra.
Tuve toda la libertad del mundo, pero ahí influye mucho los valores que tus padres te han inculcado, porque tener las puertas abiertas de la libertad es super chivo (entre risas) y más a esa edad, pero mis papás siempre me dijeron: ubícate, toma decisiones y asumí las consecuencias de esas decisiones.
En su perfil menciona ser activista, ¿Cómo ha logrado sobrellevar ese rol de joven y además mujer activista?
Es difícil, nosotros las jóvenes tenemos que incentivar el relevo generacional, incluso desde altos mandos de representantes de sociedad civil se ve discriminación, cuando uno se queda en esa línea no ve diferencia entre sociedad civil y gobierno porque es el mismo trato que le dan a una mujer…a uno no lo ven con seriedad, es difícil poder posicionarse, depende del carácter y del nivel de insistencia que uno tenga.
¿Como puede una mujer posicionarse?
Es un tema de pasión, en mi caso estaba acostumbrada a un ambiente distinto de la política, mucho menos en activismo, es interesante y lo veo como un incentivo, los demás debería de verlo así, porque si uno hace una acción y ve que a alguien le incomoda es porque esta está haciendo algo bien.
Que una mujer tenga un logro como eso, es un incentivo. Yo invitaría a más mujeres, jóvenes a que se atrevan a incomodar, y a verlo como ganancia.
Incomodidades, ¿en el buen sentido?
Si, en el sentido de cambiar el chip y que digan: no me esperaba que este joven, esta mujer viniera y preguntara esto o hiciera tal cosa.
¿Cuál es el horizonte común?
Lo veo desde los jóvenes, que desaparezca la línea que hay entra la nueva sociedad civil y la vieja, que tengamos una sola proyección, porque todos estamos conscientes de la coyuntura en la que vivimos… deberíamos de converger en una sola propuesta.
¿Cómo lograr eso?
Creo que es un poco trabajo de los adultos y de los jóvenes que estamos en medio, nosotros somos claves para incentivar el dialogo y ser un puente para involucrar más a más jóvenes.