Frank Velásquez es un joven salvadoreño proveniente del cantón y playa Barra de Santiago, municipio de Jujutla, del departamento de Ahuachapán. Su pasión es el fútbol y ve en este deporte una opción para alejarse de las cosas negativas y, sobre todo, aprender jugando.
Luego de que Velásquez formara parte de la Selección de fútbol playa de El Salvador, Il a eu l'occasion de ses débuts avec l'équipe salvadorienne dans le Championnat Concacaf de 2009 dans lequel il a marqué quatre buts, y en el que también logró, junto a sus compañeros de la selecta de playa, el título regional. Según Frank esto fue “un gran honor y alegría para todos los del equipo y, más que todo, para mis padres y el país entero”.
En relación a su pasión por el fútbol mencionó que “desde pequeño solo miraba jugadas, porque me gustaba y porque siempre me dijeron mis padres que jugar es un don que Dios nos regala, porque yo nunca estuve en una escuela de futbol, nadie me dijo “pegale así a la pelota” o “de tal forma tenés que hacer pases”. Como me dicen algunas personas, el jugar a veces ya lo trae uno desde pequeño, así nace. A mí nadie me dijo cómo hacer las cosas o cómo desarrollar la habilidad con la pelota”, dijo el joven jugador de fútbol playa.
“Frank no es mi verdadero nombre. Tiene que ver con mi papá, una historia de él. Lo que pasa es que, como mi papá vivió en la época de los futbolistas como Franz Anton Beckenbauer, me cuenta que él siempre me quiso poner el nombre de un futbolista, pero el nombre de Franz no se lo aceptaban, porque antes, los nombres así, no eran comunes para la alcaldía de mi pueblo, entonces, como no se lo aceptaban, desde pequeño me ha dicho así: Frank”, comentó el joven futbolista al equipo de El País que Viene del porqué de su nombre. Además, dijo que, el nombre de Frank, siempre ha sido un capricho de su padre, su verdadero nombre es Francisco.
“Lo que más amo de mi país es mi familia, a mis papás y a mis hermanos, a los que ya partieron también los tengo aquí, donde está mi corazón, en mi cantón. Después de mi familia está el amor que le tengo al país y las otras cosas: la comida, el estudio, la playa y mi gente. Aquí en la playa de la Barra de Santiago comencé a jugar futbol y a trabajar por el bien de la comunidad y, a la larga, del país. Creo que, como salvadoreño, nunca quisiera vivir en otro país más que aquí”, concluyó este joven salvadoreño, quien ve en el deporte una opción para estar alejado de las cosas negativas y tener disciplina.