Sara Mejía: “Debemos superar las brechas que nos dividen y buscar el diálogo y el consenso”

Sara Tatiana Mejía Rosa es una joven de 31 años de edad que se formó en el conocimiento de las leyes. En su recorrido por el mundo de la ciencia ha cursado varios diplomados que le permiten referirse con propiedad sobre ciertos temas de interés para el país.

Para Sara las mujeres y los jóvenes deben tener un rol más activo en la sociedad. De hecho, ambos suponen una población considerable que debe ser escuchada por los actores políticos.

La participación ciudadana es vital para la transformación de un país y de esto está segura Sara, quien invita a los jóvenes y a las mujeres a que sean más activos y aporten según sus capacidades, ideas, estudio y trabajo a la transformación del país.

“Juntos podemos construir una mejor sociedad, libre de violencia, alejados de confrontaciones ideológicas y la polarización política que tanto mal le han hecho al país”, dijo.

¿Qué te motivó para aplicar como coautor de El país que Viene: Horizonte común?

Las diferentes ediciones de los libros de El País que Viene denotan el compromiso que tenemos los jóvenes con el desarrollo de nuestro país, es una plataforma que posiciona su rol protagónico como agentes de cambio en la sociedad salvadoreña; decidí participar por ser un proyecto inclusivo, positivo, innovador y de incidencia a favor de la juventud.

¿Nos puede comentar un poco de qué tratará su artículo?

En el libro comparto parte de mi historia de vida y la experiencia que tuve al  incursionar en política, que es lo que me  llevo en gran medida a recoger insumos para crear la visión de país que profeso. Hago referencia y énfasis en el rol activo que desempeñamos las mujeres y los jóvenes en la construcción de la sociedad salvadoreña.

¿Y cuál es su rol?

Soy Abogada y me desempeño como Asesora en el Grupo Parlamentario de GANA, en la Asamblea Legislativa y en política participo como Encargada de Género y miembro del Tribunal Electoral Nacional del Partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA).

¿A dónde se ve en diez años?

Me veo trabajando y esforzándome por salir adelante en mi país, positiva de encontrar las oportunidades que me permitan mi desarrollo personal y profesional, pero también positiva que los cambios que requiere esta pequeña pero gran nación se irán realizando conforme a la voluntad constante de cada persona que anhela la transformación de El Salvador en un mejor país.

¿Cuáles son los problemas o retos actuales para nuestro país?

Ante el escenario de problemas como la violencia, inseguridad, desempleo, falta de acceso a la educación y salud de calidad y la polarización política, el país enfrenta muchos retos, siendo el principal, superar las brechas que nos dividen y buscar el diálogo y consenso entre aquellos que conducen el Estado, Empresa Privada y Sociedad Civil.

¿Qué cambiarias sobre nuestro país si estuviera en tus manos?

Cambiaria todas las leyes que carecen de aplicación o efectividad alguna, por un ordenamiento jurídico claro y justo, que proteja y respete los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, que sean aplicadas y acatadas por las instituciones competentes y que garanticen el Estado de Derecho.

¿Cómo fue su infancia?

Nací dentro de una familia muy unida, pero en una época en la que no pude desarrollar mi niñez con normalidad, pues eran los tiempos de la guerra civil y mi papá se encontraba de alta en la Fuerza Armada, lo que nos volvía vulnerables por los múltiples ataques a las familias de militares; sin embargo esa valentía, esfuerzo y sobretodo la fe en Dios, fue lo que nos permitió salir juntos adelante y superar las adversidades.

¿Qué mensaje le enviaría a la juventud salvadoreña?

Jóvenes, la vida se nos escapa y el tiempo no regresa, tenemos que luchar por vivirla, por darle dirección, nuestras acciones en el presente, determinaran el futuro que como jóvenes tendremos, depende de nosotros el salir adelante, el esforzarnos día a día, el mantener el optimismo, el entusiasmo y la alegría que nos caracteriza; pequeñas o grandes acciones hacen la diferencia, pero actuemos ya, aferrémonos a nuestros ideales, y defendamos con orgullo y valentía el azul y blanco de nuestra bandera.